julio 9, 2021 by ConTextos
Un click puede llevarte a lugares insospechados
Por Mezti Cornejo.
Conocí ConTextos por casualidad. En 2019 me invitaron a ser parte del equipo de apoyo del Congreso de Docentes que realizan cada año y sin pensarlo dije que sí. Lo dije porque me encanta hacer cosas que me incomoden, cosas que me obliguen a salir de mi zona segura y que me reten a enfrentar a mis temores. En esa ocasión el pánico de hablar en público.
Cuando supe qué hacía ConTextos me enamoré. Las historias han sido parte de mi vida, la lectura y escritura. Te hacen soñar, pensar, escapar y pueden mover muchas cosas dentro de las personas. Siempre he considerado que el arte no existe sólo para ser apreciado, sino para transformar, y descubrir que en mi país existía la forma de poner esto al servicio de personas en situaciones difíciles me emocionó muchísimo.
Cuando el congreso terminó supe que por primera vez había llegado a un lugar dentro de mí que hacía tiempo estaba anhelando encontrar.
Casi un año después, en medio de la pandemia, y cuando el mundo parecía estar desmoronándose, llegó un correo de ConTextos a mi bandeja de entrada: era una invitación para dialogar con otros estudiantes universitarios, futuros comunicadores y comunicadoras y periodistas sobre la urgente necesidad de informar y sensibilizar a la población a través de la ética periodística desde un enfoque de Derechos para la Niñez.
De nuevo, sin pensarlo demasiado, di clic en el formulario de inscripción, sin imaginar que estaba obteniendo mi pase de embarcación para todo un nuevo conjunto de experiencias.
La experiencia se llamó Nuevas Miradas y al final de los diálogos entre estudiantes de distintas universidades logramos construir el “Decálogo para un Periodismo por la Niñez”. Me sorprendió mucho el compromiso de los demás jóvenes con el proyecto y su interés por reflexionar alrededor de temáticas como estas, que generalmente suelen quedar de lado en la agenda de los medios de comunicación.
Luego de este primer acercamiento, donde nos conectamos al instante, se volvió impensable alejarnos y fue entonces que surgió el Comité Comunicadores por la Niñez, se dio de manera natural y ahora, después de meses de planificación, el proyecto está comenzando a tomar forma propia en redes sociales.
Siento emoción por este proyecto porque sin esperar nada a cambio, somos varios jóvenes quienes nos apasionamos y comprometemos para buscar formas alternativas de comunicar desde la ética y romper con las formas tradicionales de presentar a la niñez en los medios.
Porque para hablar de la defensa de los derechos de los niños y niñas no sólo se requieren opiniones de especialistas, también es necesario tomar en cuenta aquellas voces que no hace mucho tiempo dejaron la niñez.
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