agosto 25, 2022 by Steven Araujo
Reencuentro con las escuelas de Izote
Por Jackeline Ascencio.
Cuando me dijeron que tenía que preparar libros para llevar a las escuelas de Izote sentí una gran emoción. Esas escuelas fueron intervenidas por ConTextos -y yo formé parte- hace un par de años.
Pero la sorpresa más grande que me dieron fue que yo también iba a entregarlos y a trabajar unas jornadas formativas con jóvenes.
Era la primera vez que iba sola a un centro, siempre iba con un formador o formadora ¡ahora era yo la responsable de seguir esa conversación con los centros escolares!
Cuando llamé a los y las profes para agendar las visitas, las respuestas fueron:
Dígannos ustedes la fecha.
Aquí pueden venir cuando quieran.
Les damos las gracias por pensar siempre en nosotros.
Me sentía más comprometida con esas frases.
Me reuní con René, otro formador como yo, para armar el plan de la visita.
Por fin llegó el día. Salimos con William, el hombre que lo hace todo, en busca de las escuelas, no conocíamos bien y sentíamos esas mariposas en el estómago que aparecen cuando algo bueno está por suceder.
El camino se hizo corto entre pláticas y risas.
Cuando llegamos al primer centro, las profesoras estaban muy contentas de recibirnos. Querían mostrarnos todo lo que habían hecho y recordar cuando ConTextos intervino por primera vez.
La seño Claudia, la maestra encargada de la biblioteca de La Papalota, nos mostró su aula y el rincón de lectura que tenía gracias a ConTextos.” ¿Y cuándo van a volver con talleres para los docentes?” preguntaba.
En el centro escolar Hato de Los Reyes, el profe Carlos estaba esperando que llegáramos muy contento.
-¿Se van a quedar todo el día? preguntó. Así como venían antes y almorzamos juntos, pero esta vez no podíamos, teníamos que terminar de entregar libros.
Seguimos nuestro camino al centro escolar Salinas del Potrero. El profe Leonel nos recibió como esos amigos que tienen tiempos de no verse y no nos dejaba ni hablar expresando todo su agradecimiento a ConTextos.
-“Yo tenía una reunión, pero quería atenderlos yo. Ahí les hicimos un cartelito con mucho cariño”.
La ruta seguía y en cada centro las frases y emociones seguían haciendo que mi corazón se sintiera conectado con todas esas historias. Llegamos al centro escolar Chorro Abajo, la misma felicidad de recibir los libros.
“Nosotros no queremos salirnos de ConTextos”, palabras de seño Celia, docente ganadora del reconocimiento Mango Dorado, que entregamos todos los años, a docentes innovadores.
Para ir cerrando esta historia fue una jornada inspiradora, que me llenó de retos pero también de orgullo. Tengo ganas de volver a las escuelas y sentir esos abrazos de agradecimiento, llenos de sonrisas de maestros y estudiantes.
¡Quiero seguir siendo parte del poder transformador de las historias!
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