septiembre 16, 2020 by ConTextos

Poderes microscópicos

Así como a algunas señoras las apodan como “la señora de las plantas”, “la señora de los gatos” o la “señora de los tuppers” en ConTextos bien me podrían decir a mí “la señora de las bitácoras de sistematización”. Y es que yo, hasta el cansancio, siempre hablo de las bitácoras de sistematización. 

Para aclarar, las bitácoras son los documentos donde el formador o la formadora cuentan qué hicieron en un círculo de diálogo, ya sea con docentes, jóvenes, mujeres, niños, niñas o líderes comunitarios o municipales.

Y sí, tengo que reconocer, que si uno mira a las bitácoras así, sin tanto detenimiento, piensa que es una exageración darles tanta importancia porque, al fin y al cabo, son unos documentos de word que “solo” cuentan lo que se hizo en una formación. Pero para mí y para mi área –Monitoreo y Evaluación- desde la cual estoy comprometida con ConTextos, no son solo eso. Claro, parto del hecho que son un instrumento que nos ayuda a informar nuestra propia práctica, a orientar nuestras reflexiones técnicas, pero también las pienso como el espacio donde quien quiere saber qué tanto hace ConTextos encuentra la magia, la inspiración e incluso la confrontación con sus propios prejuicios o estereotipos. 
Las bitácoras son esos documentos donde tenemos la oportunidad de contar cómo en ConTextos los sinsentidos de trabajar en ciertos espacios, en ciertas zonas y con ciertas personas adquieren otro sentido: un sentido de ser comunidad, de urgencia del diálogo y de reconocer que necesitamos a otros y otras para ser y habitar el mundo. Las bitácoras donde sistematizamos son donde somos ConTextos, donde encontramos las transformaciones que están sucediendo en una escuela, en un salón de clases, en una comunidad, en una biblioteca, en un centro para la inserción social…. y, ojo, que no son cualquier tipo de transformación, son transformaciones microscópicas. No se ven a simple vista: para verlas necesitamos hacer un ejercicio de observación para sentir y pensarlas con calma, con empatía y con conciencia.

Cuando asumimos la capacidad de mirar de esta manera a las transformaciones microscópicas que contamos en nuestras bitácoras de sistematización, éstas tienen el poder de llevarnos de regreso a la esencia más pura de nuestra organización: ser conscientes que tenemos el privilegio y la responsabilidad de acompañar personas, escuelas y comunidades y así dejarnos transformar por sus historias. Microscópicas, que son enormes, y están toditas en las bitácoras.

Mi título dice que estudié licenciatura en Comunicación Social pero comencé a colaborar en investigaciones educativas y en organizaciones civiles que trabajan en educación. Después estudié investigación educativa en la Ciudad de México, donde me instalé un tiempo. Luego, cuando estuve lista, regresé a mi casa, El Salvador. Actualmente soy parte de ConTextos, soy docente universitaria y trabajo en Temporada de Leonas de Alharaca, un podcast feminista – así me veo – que cuenta pequeñas grandes historias de resistencias cotidianas de mujeres y otres.

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