marzo 31, 2022 by ConTextos

Herstory: Viajar con la lectura

“No me equivoqué con la profesión”, dice Sonia Tejada. Rotunda. Maestra desde hace 28 años. Maestra de literatura, de inglés, de ciencia; maestra de parvularia, de primer grado, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno. Maestra de cientos y cientos de estudiantes. Maestra con el reconocimiento Mango Dorado 2021 por su proyecto “Descubriendo el Mundo”. Soñada maestra desde que era chiquita.“Para tener un mundo igual para niños y niñas, para que tuvieran los mismos derechos y deberes”.

Desde hace 27 años, Sonia Tejada trabaja en el Centro Escolar Barrio El Centro en Nueva Concepción, Chalatenango. Como había sido becaria en la Universidad de Jackson en Mississippi, Estados Unidos, empezó enseñando inglés con estrategias para que ese idioma sedujera: cantar, analizar letras de canciones, realizar festivales. Sin embargo, Sonia siempre quiso ser maestra de literatura; esperó pacientemente 15 años a que le saliera la plaza.

La seño, como le dicen sus estudiantes, siempre se une a cada propuesta de ConTextos, por eso no dudó en participar por el reconocimiento “Mango Dorado” que ConTextos entrega todos los años a las prácticas docentes innovadoras con su proyecto “Descubriendo el Mundo”.

Cuando se sentó a completar el formulario de inscripción y debió contestar el ítem “¿Mi proyecto propone alternativas de aprendizaje innovadoras ante la realidad actual?”, Sonia respondió con una gran claridad.

“La nueva escuela es diferente, es decir, antes se creía que si no estaba el docente la clase no se podía llevar a cabo, mientras que la nueva escuela nos dice que el maestro o maestra es solo alguien que colabora con ese sistema. Los estudiantes son los protagonistas y este proyecto permite que el alumnado descubra sus habilidades y destrezas”.

Para “Descubriendo el Mundo” la seño partió de una premisa casi universal: “viajar cuesta mucho pero, cuando leemos, los libros nos permiten viajar a otros lugares”.

Toda la clase empezó viajando por la biblioteca antigua de la escuela; esa llena de libros que nadie usa. Iban una vez por semana, tomaban libros, los leían y preparaban materiales, mapas mentales, brochures para explicarle al resto de la clase lo que habían leído. Terminaban e iban por más.

“Para mí ese proyecto representó mucho porque despertarles el interés a los jóvenes por la lectura no es fácil”, dice Sonia. Orgullosa. También la llena de alegría que su hijo Edward la haya apoyado y ayudado con esta idea.

El proyecto no terminó en el Mango Dorado. Sus estudiantes siguieron leyendo, enviando videos a Sonia de qué significa leer y hasta crearon una novela policial que dramatizaron en el aula. La presentaron con escenario y todo. Armado con cartón. Cuidando el medio ambiente.

“Siento que ya no son los mismos, ahora ven las cosas diferentes y creen en ellos, eso logré con ese proyecto – dice Sonia- y ¡yo aprendí tanto!”

Reconocemos el compromiso de las docentes para transformar la educación en El Salvador. Invitamos a nuestras audiencias a reflexionar sobre ¿cómo podemos aportar para que la realidad de las docentes sea de igualdad y equidad de género?

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