agosto 31, 2023 by Comunicaciones El Salvador

Familias alrededor de un libro

Por Majo Beza.

“Yo tengo 4 años, antes tenía 3. Vine con mi mamá y mi tía. Esa es mi hermana, esa es mi prima”, dijo una de nuestras participantes cuando llegó, mientras su mamá apuntaba al grupo en la lista de asistencia. 

Era sábado. Era Tarde de Lectura en el POMA.
Un sábado al mes, gracias al compromiso de la Fundación POMA, el Teatro Luis Poma y ConTextos, nos reunimos en el auditorio del teatro a leer en comunidad.

Asiste un promedio de 30 personas por sesión, hacemos lectura en voz alta, dibujamos, escribimos cartas y dialogamos, sobre todo, dialogamos.

Yo soy la referente de Comunicaciones en ConTextos. Y hace dos años que voy a las tardes de lectura, soy diseñadora estratégica; las tardes de lectura son para mí un momento especial para aprender con la niñez, para sentirme conectada con algo importante y ver los efectos positivos en las familias. 

Lo que hacen juntas, lo que dicen y lo que se llevan con ellas.
Alegría. 

A las 2:45 te invade un poco el nerviosismo al ver la sala vacía, pero a las 3:00 en punto se ocupa y nos vamos quedando sin sillas. Así aumenta la energía, los sonidos y las conversaciones. 

Inspira estar ahí, ver cómo nos escuchamos y respetamos las opiniones. Siempre me pregunto por qué no hay más espacios así, donde te sientas seguro de contar tu historia, de estar “de acuerdo” o “no estar de acuerdo” con un tema importante. 

Hacer y organizar una lectura se dice fácil pero como equipo nos preparamos con muchas preguntas, almohadas de colores, redondeles, presentaciones, ensayos y una alta energía.

Las tardes de lectura son un tejido de fibras de muchos colores y texturas: una madre de familia que nos visita con frecuencia y que una vez nos llevó chocolate, un joven que asiste a leer el solo, la puntualidad de cada sesión, el teatro lleno de arte que nos recibe con todo lo necesario, la diversidad de edades y comunidades ahí representadas, personas “grandes” imitando animales y riendo con los más pequeños.

En la última tarde nos conectamos con una historia sobre la importancia de creer en nosotros mismos, el valor de la perseverancia y el sentido de pertenencia. Cuando la historia finalizó y nos pusimos a dibujar, la niña de 4 años que antes tenía 3 se acercó y nos dijo “hice un arco iris, no sé cómo se dibujan, pero lo intenté.” 

El arco iris ocupaba una partecita de la página pero se veía muy importante. Con 4 franjas de distintos colores y con algunos destellos y nubes que lo hacían más real. Yo ví el poder de la imaginación, de las posibilidades cuando leemos, de las ideas que pueden surgir cuando sentimos una bienvenida, un abrazo. 

Las tardes de lectura hacen todo esto real.
Gracias por compartir.
Nos vemos ahí.

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