marzo 10, 2022 by ConTextos
Herstory: Enseñar desde otra frontera
“Las mañanas que llegaban todos platicaban de TikTok y empezaban a decirme ´es que este niño solo viendo TikTok pasa´; entonces yo platiqué con mis compañeros maestros y maestras, con el director, y les dije ´miren yo no hallo qué hacer porque los niños solo de eso hablan y yo no sé qué es TikTok´”.
“Entonces el director me propuso ‘¿por qué no les da una clase de TikTok si es lo que les gusta a ellos?’ Así que entré al aula y les dije: como les gusta mucho TikTok, hoy lo que vamos a hacer es aprendernos las tablas de multiplicar, vamos a buscar videos, los van a ver varias veces y luego lo van a practicar”. Eso hizo Josefina Caballero a sus 59 años. Maestra por destino. Maestra del Centro Escolar Henry Ortiz en Jocoaitique, Morazán. Maestra por convicción. Maestra por cosas de la vida.
En 1984, cuando tenía 22 años, Josefina Caballero huyó para Honduras espantada por la guerra en El Salvador y estuvo viviendo en uno de los cinco campamentos que se habían armado, llamados Callejones. En esos campamentos evaluaban a quienes podían leer y escribir un poquito para que participaran en educación.
Josefina Caballero podía y fue elegida, así por las mañanas daba clases y por la tarde se capacitaba en lo que iba a enseñar al día siguiente. Durante cinco años se paseó por todos los campamentos dando clases, siempre en carro y siempre acompañada de un “internacional” por temor a que los mataran.
Regresó a El Salvador en el año 89 y todavía se escuchaban disparos; faltaban casi tres años para que por fin terminaran. Regresó con todo el material, hasta las pizarras se trajo, y no dejó de dar clases. Debajo de los árboles. Los niños sentados en las piedras.
Josefina Caballero es maestra popular, así se le conoció. Daba clases en dos sesiones hasta las tres de la tarde y después estudiaba bachillerato hasta las diez de la noche. Cuando terminó el bachillerato estudió Educación Básica en la universidad, becada, siempre por la tarde, sin dejar de dar clases.
“Yo era de una familia muy pobre, mi mamá era soltera, mi papá la dejó cuando tenía todos los niños, yo caminaba una hora para ir a la escuela, todos los días, pero no soñaba con ser nada porque no teníamos el dinero”.
Con su proyecto “Aprendamos matemática con TikTok” Josefina Caballero obtuvo el Mango Dorado 2021, reconocimiento que ConTextos entrega cada año a la innovación docente de su red. Sus estudiantes, a través del juego, aprendieron las tablas de multiplicar: su único objetivo.
Este año en “la Henry Ortiz” lleva cuarto grado y está en la etapa de diagnóstico: ver cómo están sus estudiantes. Ya sabe que hay tres que no pueden leer y ahí va Josefina con los libros grandes, enseñando las letras. “Para mí el reto es motivarlos cada día, me dicen no puedo, no, usted puede, todos podemos hacer las cosas. Así les digo”. Y se acuesta a las 10, 11 de la noche haciendo dibujos para sus estudiantes.
Reconocemos el compromiso de las docentes para transformar la educación en El Salvador. Invitamos a nuestras audiencias a reflexionar sobre ¿cómo podemos aportar para que la realidad de las docentes sea de igualdad y equidad de género?
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