octubre 3, 2024 by Daniela Raffo

Casa llena, corazón contento

Por Daniela Raffo.

A las 9 se abre la puerta de la entrada de la biblio Había una vez de ConTextos y eso ya es una locura. Me atrevo a decir que es la única casa con las puertas abiertas de toda la cuadra. No hay nada que diga empuje, hale o toque timbre y espere.

Casa llena. 

Ayer miércoles a las 11 de la mañana Los tertulianos de la biblioteca de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas -UCA, como la conoce todo el mundo- bajaron de un busito y entraron a la biblio. Llegar en busito siempre es una buena señal.

Como estamos en octubre, mes de terror, Los tertulianos le dedican toda una serie de lecturas a historias de miedo así que nosotros no nos podíamos quedar atrás. 

Leímos Hay un fantasma en la casa, de Oliver Jeffers, uno de los grandes escritores de literatura infantil. Y a pleno mediodía terminamos escuchando declaraciones tales como “no vi un fantasma pero hablé con uno”. Escalofriante.

Y luego, cada quien escribió recomendaciones para tratar con un fantasma: desde negociar o sacarse una selfie hasta salir corriendo.

Por la tarde se juntó el vecindario: llegaron docentes del liceo House of Learning y dos amigas del negocio Home Design. Leímos La verdadera historia de los tres cerditos, de Jon Scieszka, la versión nunca contada, la que cambia los hechos de lo sucedido.

Es muy gratificante y mágico ver a personas que no se conocen entre sí dialogando, conjeturando de lobos y cerditos y poniéndose de acuerdo. 

Y además llevándose libros para leer en sus casas.

Corazón contento.

Al final de la tarde llegó una mamá con sus dos hijos y una amiga. Participó de la Tarde de lectura del Poma, lectura que hacemos una vez al mes, nos siguió en redes, vio que la biblio abría los miércoles y llegó.

Me senté con su hijo mayor chiquito, 5 años, quien me enseñó con paciencia zen a dibujar las vocales.

“Hacés un redondel no muy grande y luego ponés el lápiz acá y le hacés una colita”.

Hacía mucho, pero mucho, que no me ensañaban a dibujar las letras.