marzo 8, 2024 by Daniela Raffo
Acciones pequeñas para lograr cosas grandes
Por Daniela Raffo.
“La parte favorita de mi trabajo es poder usar mis pasiones para cambiar, transformar o provocar cambios en alguien”.
Y sí que es apasionada. Gabriela Vargas, Gaby para ConTextos, entró como voluntaria en noviembre de 2022; hoy está en el área de desarrollo e infiltrada en el área de comunicaciones, también acompañó a jóvenes en el proceso de escritura Soy Autor, Soy Autora, a docentes en su formación, y fue la responsable de las Tardes de Lectura en el Poma, su espacio de trabajo de no trabajo.
Un sábado al mes ConTextos, junto a la Fundación Poma, realiza una Lectura en Voz Alta de un cuento en el auditorio Teatro Luis Poma. Se llena. Y Gaby, cuando hay libros, explota.
“Yo estudié en una escuela pública y tuve la suerte -siempre digo que es una suerte- de ser becaria en un Centro de Formación Supérate, así que tenía los dos mundos frente a mí. Por un lado en la escuela pública no teníamos biblioteca, bueno, había una pero, de verdad, parecía todo menos biblioteca, y en Supérate tuve la suerte de tener libros a mi alcance. Siempre pensaba que a mis compañeros no les gustaba la lectura porque ni siquiera habían tenido un acercamiento”.
En el 2018 junto a su hermana y otras chicas crearon Sueños y Letras, comenzaron leyendo cuentos en escuelas y luego pasaron a tener clubes de lectura con temáticas, a trabajar con docentes en el proyecto ExplorArte que trata la salud mental a través de los libros y ahora lanzaron su primer libro “El monstruo Sotobosque” como editorial.
Así que las tardes de lectura en el Poma, para Gaby, son una hamaca.
“Algo que me gusta mucho es ver qué pasa con la historia que uno lleva, y esa es la magia de los libros.
Me acuerdo de una lectura específica, hicimos la pregunta de si alguna vez nos hemos ido a quedar a la casa de un amigo, hubo papás y mamás que se acordaban qué pasaba cuando ellos tenían permiso para quedarse y reflexionaban sobre cómo son ahora con sus hijos e hijas.
Escuchar esas respuestas me gustó porque al principio costó mucho la participación de los adultos. Ellos llevaban a sus hijos y yo los veía maravillados de ver a sus hijos en el espacio, pero intentar involucrarlos fue un reto que estamos logrando”.
Las tardes de lectura en el Poma juntan a casi 40 personas todos los sábados, se repiten las familias, y si alguna mamá no puede ir a la siguiente tarde le avisa a Gaby, se lee un libro que se proyecta enorme en la pared, se hacen preguntas, se dialoga y luego se dibuja o se escribe.
Armarlas es pensar el libro, ensayarlo, imaginarlo, y ahí está Gaby que te abaraja en el medio del pasillo y te pregunta ¿te parece este libro para el sábado?
Y para dar un espacio de opinión a las/los participantes, el año pasado se le ocurrió llevar un buzón, “el buzón del sentir de la lectura” para saber qué pensaban del libro que elegíamos. Un dia, una de las notitas del buzón decía
Hoy leer este libro me hizo sentir que a través de acciones pequeñas puedo lograr cosas grandes.
Eso es un poco de lo que hace Gaby todos los días.
Creemos en el poder transformador de las historias de todas las mujeres de ConTextos
Gracias por la pasión con que logran que el mundo se mueva
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